PSICÓLOGA

Ángela Silva García
PSICOLOGÍA
¿Qué es ser un psicólogo?
Un psicólogo es alguien tan perdido como tú en la vida. Sólo que
tiene una linterna y un mapa, además de valentía para acompañarte.
Un psicólogo tiene que soportar que la gente hable de Psicología, sin
tener la menor idea al respecto. Es de las profesiones más mitificadas
del mundo, casi nadie ha leído el “Código de Ética del Psicólogo” pero
casi todo el mundo habla de lo que debería ser o no hacer un psicólogo.
Un psicólogo es una persona normal, fuma, bebe, baila, ama, tiene sexo, igual que todos. Como en todas las profesiones, hay apáticos, drogadictos, arrogantes, corruptos, faltos de ética, entre otrasactitudes nefastas, pero también hay psicólogos excepcionales, inquietos por naturaleza, con personalidades exquisitas. Tal cual, como ser humano, nada le es ajeno y en lo humano, la perfección no existe.
Sobre el psicólogo pesa el miedo de la sociedad. Todo el mundo sabe
que el psicólogo ve lo que nadie ve, eso da temor. Un psicólogo
generalmente dice lo que no deseas escuchar. Esa es una labor titánica
y siempre mal retribuida emocionalmente. Dentro de esta sociedad el psicólogo es siempre un último recurso, antes se consulta: el chamán, el sacerdote, el médico, el pastor, el brujo… Cuando en realidad debería ser el primero. Un psicólogo no sabe la verdad de la vida, no tiene fórmulas exactas no es químico, tampoco es adivino, menos telépata. El psicólogo es científico. Aunque no siempre tiene razón, pero siempre busca la verdad y la razón. Es un explorador, un investigador por convicción. Un psicólogo es su propio instrumento de trabajo. Un psicólogo nunca lo sabrá todo, pero puedes jurar que nunca dejara de buscar saberlo todo.
Un psicólogo es igual que todos pero lleva una linterna, debemos tener en cuenta que ve lo que otros no ven, y que eso a veces es muy duro porque se da cuenta de las cosas que van mal en otras personas, y no puede hacer nada por remediarlo. El psicólogo es la última persona a la que se recurre. Y a veces ya es demasiado tarde. Lo peor es cuando sabes que hay esperanza pero las personas no quieren reaccionar, y ves cómo van empeorando día a día.
